La cosmovisión de la complejidad a la luz de las nuevas tecnologías

NBIC: convergencia Nanotecnología, Biotecnología, Infotecnología y Cognotecnología

Cada cosmovisión tiene su propuesta de futuro
La cosmovisión ecologista  y sostenible, ven un futuro donde de seguir como vamos el planeta se agotará y desaparecerá la humanidad, idea en la que estaban influidos Morin, el bioeticista Potter, Capra, en todos ellos la influencia de la ecología profunda era enorme. Pero entonces se desconocía el actor tecnología. Las tecnologías NBIC (ver ¿Qué significa NBIC?) estaban en pañales,  por tanto la cosmovisión de la complejidad se soportaba sobre las ideas ecologistas y se hablaba de una auto-eco-organización. En esta cosmovisión escapo el factor tecnología y su impacto sobre el futuro.

Este mismo error cometió Fukuyama quien consideraba el desarrollo del capitalismo desde un enfoque puramente socioeconómico sin tener en cuenta el factor tecnológico y su aceleración, por eso cuando descubrió el impacto de las tecnologías abandonó sus ideas del fin de la historia y llegó a considerar al transhumanismo la idea más peligrosa del mundo (ver El fin de la historia del hombre).

Las cosmovisiones tecnologistas en cambio se proyectan a un futuro relacionado con los avances tecnológicos. Veamos cómo cada cosmovisión tecnologista se enfoca al futuro

La cosmovisión tecno-optimista consideran que las tecnologías, en especial las máquinas serán cada vez más inteligentes, hasta superar la inteligencia humana (singularidad tecnológica) y esto es debido a que cada vez tendrán más memoria, mas velocidad de cálculo, etc. Ignorando el deterioro del planeta parece basarse en quien será más rápido: el avance acelerado de las tecnologías que nos lleve a la singularidad (vivir en un entorno digital) o el deterioro del planeta que nos lleva a la destrucción de la vida

La cosmovisión tecno-liberal considera que las tecnologías irán sustituyendo a los recursos naturales (sostenibilidad débil o muy débil), esto incluye a los humanos los cuales se irán transformando en ciborg (transhumanismo liberal). Por tanto no importan que se agoten los recursos del planeta siempre que estos puedan ser sustituidos por medio de las tecnologías donde el ser humano es un recurso más.

La cosmovisión tecno-democrática nos lleva a buscar el mejoramiento humano por medio de las tecnologías en parte esto es una reacción ante el temor que las máquinas inteligentes superen a los humanos y los puedan desplazar, de ahí que muchos propongan, para evitar que esto suceda, fusionarse con las tecnologías y convertirse en superhumanos esto se cumple también para la anterior cosmovisión.

Si la ecología profunda proponía el ecocentrismo como forma de oponerse al egocentrismo actual ahora estamos ante el tecnocentrismo.

El ecocentrismo propone que el ser humano forme parte de la naturaleza como una especie más que comparte el planeta junto a las demás especies y que debe respetar las leyes del planeta.

El tecnocentrismo ve el futuro como la integración de los humanos a las tecnologías para ello en sus posiciones más extremas ve la sustitución del entorno natural por un entorno artificial, ya sea porque surge una superinteligencia artificial que reconstruye toda la vida y al planeta o porque la fusión entre humanos y tecnologías lleva a una nueva especie humana: el posthumano.

Habíamos visto en artículos anteriores que las tecnologías asumían diferentes posiciones antagónicas

  • Los que quieren prohibir a las tecnologías vs los que quieren acelerar a las tecnologías (imperativo tecnológico)
  • Los que quieren tener bajo control a las tecnologías vs los que creen que las tecnologías debe proliferar libremente dentro de la economía de mercado
  • Los que defienden la idea que debe surgir nueva forma de colaboración (sinergia) entre humano y tecnologías sin que el humano pierda su condición vs los que creen que el humano debe mejorarse por medio de las tecnologías de forma racional

La cosmovisión de la complejidad y las nuevas tecnologías

Teniendo en cuenta el factor tecnológico como elemento transformador de la realidad y como la ideología más influyente sobre el futuro de la humanidad. Se necesita incluir en el paradigma de la complejidad, no solo para su comprensión como ciencia (ciencia de la complejidad) sino también como cosmovisión que acepte el impacto de las tecnologías y las transformaciones que vendrán, para lo cual se busca una alternativa que nos guíe hacia un futuro verdaderamente digno sin perder nuestra esencia humana y, en mi opinión, solo el pensamiento complejo, nos puede ayudar a encontrar esa vía.

En próximos artículo trataremos los siguientes temas y su relación con una cosmovisión de la complejidad desde el enfoque sistémico-cibernético (estamos hablando de las tecnociencias)

  1. Surgimiento de una singularidad tecnológica, al que habíamos llamado endosimbiosos parasitaria dada la dependencia absoluta que tendrán los seres humanos de las máquinas, aquí se hablará de las ideas de Vinge, Moravec y Kurzweil (enfoque computacional – metáfora del computador –conciencia trivial)
  2. Surgimiento del transhumanismo, donde cada individuo tiene la posibilidad de mejorarse por medio de las tecnologías y con ello ampliar sus facultades, en sus dos variantes liberal (endosimbiosis mutual) o democrática (endosimbiosis comensal) (enfoque hibrido – conciencia físico reproducible)
  3. Surgimiento de un superorganismo que se construye de forma colectiva por la interacción entre humanos y máquinas. Tendremos dos variantes el cerebro global y el superorganismo colaborativo (ectosimbiosis mutual), este último desde la visión de la complejidad (enfoque cibernético – conciencia holística)

Para finalizar esta serie, se realizará un análisis de la vía propuesta por Morin, teniendo en cuenta el impacto de las tecnologías.

Por último quisiera señalar que muchas de estas ideas se incluirán en el curso que estoy preparando sobre cosmovisión de la complejidad y las nuevas tecnologías.

Imagen: Wikipedia

Entre el progreso humano y el progreso tecnológico

Apenas escribo para el blog y es debido a que estoy trabajando en mi próximo libro y les confieso que estoy algo atascado. Pero, para que vean que no me olvido de los amigos, aquí les van algunas ideas de lo que estoy haciendo. Espero me disculpen cualquier incoherencia.

Siempre he pensado que el verdadero enfrentamiento será entre los defensores de un futuro sostenible y los que defienden un futuro poshumano. Y si me preguntan, los segundos llevan la delantera. Ahrobot1_270x250ora, la pregunta es, ¿Por qué el futuro poshumano es tan atrayente? ¿Son posibles todas sus promesas? Y la pregunta más importante. ¿Qué dejaremos de ser?

Ya, el fundador de la bioética, Van R. Potter, había hecho una definición sobre el concepto de progreso humano. Lo que nos lleva a que tenemos que repensar el concepto de progreso humano y lo que entendemos por progreso humano, a la luz de la contaminación ambiental y del acelerado progreso tecnológico.

Hoy, aunque muchos no lo quieran aceptar, estamos bajo el predominio de la ideología tecnológica, incluso el economicismo imperante cada vez se subordina más a las tecnologías, incluso, me atrevería a decir que el neoliberalismo actual, de seguir como vamos, será sustituido por un tecnoliberalismo.

Un error muy frecuente actualmente, a veces inconsciente o porque no se pensado lo suficiente sobre el tema, es creer que l progreso humano va en una dirección y el progreso tecnológico va en otra, debido a que se ven como dos procesos diferentes. Los humanistas puros defienden un progreso humano al margen de las tecnologías, en el mejor de los casos estas siguen subordinadas a los deseos humanos y se niega el surgimiento de toda inteligencia no humana.

En cambio, el tecnologismo cree que todos los problemas se van a resolver con las tecnologías emergentes: nanotecnología, biotecnología, infotecnología y cognotecnología (NBIC), y sueñan con la construcción de dispositivos que permitan mejorar la vida y la sustitución de los recursos naturales por componentes artificiales. De esta forma ellos piensan superar todas las limitaciones biológicas como enfermedades, vejez (incluso la muerte); superar las facultades actuales, más inteligente, más fuerte, más hermoso; sustituir los recursos energéticos, por otros que no se agoten como el combustible y hasta con construir planetas artificiales.

Y es que, en realidad, seguimos ignorando que ya estamos viviendo una simbiosis entre humanos y tecnologías y la clave está en saber qué tipo de simbiosis queremos alcanzar. Estoy de acuerdo con los que asumen que vamos a ciegas al futuro; el cual está motivado por intereses egoístas, competitivos y hegemónicos, ya que vivimos dentro de un contexto social basado en la competencia y el éxito a toda costa. Entonces, ¿Qué pasara cuando las máquinas alcancen una inteligencia superior a la humana? Sin dudas, entrarán en competencia con los humanos y usarán esa inteligencia, que los humanos le han dado, para ir asumiendo roles cada vez más importante en la sociedad, posiblemente sin mucha violencia, como dice Moravec, será un proceso indoloro. Este es el punto que defino como crisis tecnológica.

Crisis tecnológica: Sera el momento en que el progreso tecnológico supere al progreso humano lo cual será posible cuando las tecnologías sean más inteligentes que los humanos y que el progreso humano se haga totalmente dependiente del progreso tecnológico.

El progreso tecnológico está muy bien definido en los trabajos de Kurzweil (sobre todo con respecto al futuro) sobre la singularidad tecnológica en cambio a pesar de las corrientes filosóficas, que han existido durante siglos y de las investigaciones en psicología y sociología; el concepto de progreso humano esta desactualizado y desfasado con respecto a los acontecimientos del mundo actual y su creciente complejidad, y demás está decir que el futuro a penas se toca y siempre se le ha dejado a la ciencia ficción, y esto se debe a que se pensaba que el mundo siempre seria igual, hoy sabemos que el planeta se está deteriorando y cada vez son más las especies que desaparecen y de seguir así, la extinción de la especie humana es cuestión de tiempo, tampoco se conocía el poder que alcanzarían las tecnologías y que hoy se ven como la sucesora de la raza humana. En este nuevo contexto hay que repensar, urgentemente, el concepto de progreso humano, se necesita de un nuevo enfoque que nos diga hacia qué futuro vamos, que no necesariamente es el de una singularidad tecnológica. Lo primero que tenemos que analizar entre las posibles simbiosis entre humanos y tecnologías, ¿Cuál es la que es la que queremos para nuestros hijos?

Como decía, el problema es, que históricamente se ha vista separado el progreso humano del progreso tecnológico, al igual que ha visto separado el desarrollo social (crecimiento económico) de la evolución natural (ecosistema). Hoy comenzamos a entender la relación que existe entre ambos y la simbiosis que se está produciendo entre humanos y tecnologías, por lo que es necesario, desde el presente, establecer relaciones profundas con las tecnologías como un igual. Establecer desde hoy formas de cooperación con las tecnologías, pero para ello, primero los humanos tienen que aprender a colaborar entre si y dejar atrás su contexto competitivo actual, basado en el poder. Este cambio de mentalidad es imprescindible si queremos seguir existiendo como especie.

Foto: Periodista digital

Libro: Crisis en el siglo XXI

Reseña del libro

Una de las mayores amenazas que enfrenta la humanidad consiste en la degradación del planeta y los efectos que se están produciendo por las acciones humanas dada su actitud irresponsable con la naturaleza. El libro comienza con el cuestionamiento realizado por Bucky Fuller: “El desafío: Si el éxito o el fracaso del planeta y de los seres humanos depende de cómo soy y lo que hago… ¿Cómo sería yo? ¿Qué haría yo?”.
A lo largo del libro en sus cuatro capitulo se reflexiona sobre los desafíos que enfrentamos y las crisis que se han producido y que se tornarán cada vez más compleja durante el siglo XXI.
En el capítulo I, se describe el desarrollo sostenible y sus acciones ante los efectos que estamos sufriendo desde un enfoque preactivo subestimando el papel de las tecnologías en los nuevos escenarios que se avecinan.
Precisamente en el capítulo II se toca el tema de las tecnologías y del conflicto que se establece entre el hombre y las máquinas y se retoma la vieja pregunta de si las máquinas superaran a los humanos y los riesgos que representa, para ello se adentra en el pensamiento de cuatro de los más significativos representantes del pensamiento tecnologista: Moravec, Kurzweil, Bostron y Warwick y sus planteamientos futuristas y el impacto que está teniendo la ideología transhumanista sobre la humanidad.
En el capítulo III se destaca la posibilidad de las tecnologías y su carácter emergente y la sinergia que está produciendo entre la nanotecnología, biotecnología, infotecnología y cognotecnología (NBIC), lo cual llevara a una aceleración de las tecnologías y al temor de que las tecnologías crezcan fuera de control lo cual lleva a la necesidad de aprender desde el presente a manejarse con las nuevas tecnologías y a establecer la base de cómo será la relación entre humanos y tecnologías.
El último se enfoca hacia lo que debería ser la mayor preocupación de nuestro tiempo: la crisis espiritual, como la semilla de todas las crisis. Se plantea la necesidad de una ética global y de principios éticos universales y la necesidad de una visión del futuro compartida y la búsqueda del crecimiento espiritual.
Este libro es el primero de una colección bajo el titulo: “Desafíos contemporáneos”, a este seguirán otros libros que irán tocando los diferentes desafíos que estaremos enfrentando a lo largo del siglo XXI.

Disponible desde aquí